Retomo esta publicación, que inicialmente estuvo en facebook, pero que me trae un excelente recuerdo, en especial ahora que faltan menos de 20 dias para volver a pisar la pista. Espero lo disfruten.
Ya en la comodidad de mi cama, no pude resistirme a escribir un poco.
Hace tiempo ya, llegué al mundo del 4x4 y desde muy temprano estuve en el papel de organizador de eventos, papel que me encanta. Este fin de semana, cambié de rol y me pase al de participante. Y fue lo máximo. Yo al volante, mi padre de copiloto y mi primo José de reatero sobre el fj40 que construimos en casa. Tengo miles de apreciaciones, pero les contaré brevemente que estoy sorprendido por la resistencia de mi carro. Qué robustez la de esos pinches Toyotas, descubrí que tengo un vehículo mucho más capaz de lo que pensaba y que su mayor limitante, soy yo al volante. Todo un reto, pues competir me encantó y lo seguiré haciendo! Ni hablar de la emoción de estar dentro de la cabina. El primer día Nos enfrentamos a una pista rápida, y en las dos pasadas haríamos tiempos que nos posicionarían justo en el medio. Tal vez un 5to y un 6to puesto. La flexibilidad de mi carro nos favorecería en la rampa RTI y para el segundo día, arrancaríamos ubicados en la sexta posición.
Al comenzar el segundo día, Instalaríamos nuestro campamento y cuando decidí entrar a la zona en donde estaban parqueados los otros competidores, caí en un hueco dejado por otro carro.
Y aquí se puso buena la cosa.
Ni para adelante ni para atrás. Bloqueado totalmente. Fui winchado hacia atrás con tan mala suerte que me fui hacia una piedra. Y ahora si NI PARA ADELANTE NI PARA ATRÁS! Cambiamos de posición al vehículo que me iba a recuperar, eran unos 50 metros entre el uno y el otro. Asi que ubicamos los dos carros mirándose el uno al otro, enganchamos ambos Winches y a halar. Era una especie de bajada de agua, en algún relleno antiguo que parecía no tener fondo. Las llantas de 33” estaban completamente sumergidas en el barro. Un barro gredoso y pegachento. Hicimos el primer intento y los Winches escasamente movían mi carro. (Amo mi Warn 8274, que combinado con un VR10.000, me ubicaron en la enterrada más espantosa que he tenido).
Unos metros más adelante sentimos la dirección extraña y en efecto, un caucho que une la caja de la dirección y la caña estaba desacomodado. Con el solazo de medio día sobre nuestras cabezas, lo acomodamos y seguimos winchando. Cambiamos de posición el vehículo del que me anclaba y seguimos winchando, ya con mi winch nada más. Avanzamos hasta que llegamos al final del infeliz barro, mi padre al volante giro para salir y el caucho de la dirección se rompió otra vez!
Pero esta vez, no era reparable. Menos mal, tenia uno en la guantera hace más de año y medio. No había una sola nube en el cielo, José mi reatero, fue por la herramienta de Chris, mi co-equipero y algo de hidratación. El caucho resulto tener los huecos muy pequeños y tuvimos que agrandarlos, menos mal, entre todo lo que Chris llevaba, había un taladro inalámbrico y la broca de la medida correcta. Hacia tanto sol que el ardor de mis brazos me robaba toda la atención, entonces, sentado al lado del carro, cogí el barro de una de mis llantas y me lo unte en los brazos como si fuera un hipopótamo. Y eso que me había puesto bloqueador más de dos veces. En medio de todo esto, me llamaron para competir y tuve que hablar con los organizadores para que me dejaran pasar de último.
Lo concedieron.
Dirección arreglada, arranco, y logro finalmente llegar a donde parqueaban los otros competidores, esquivando el barro y con los ojos en el partidor, logré llegar. Henry, el narrador, anunciaba a un tal Mauro Silva… Y a correr se dijo! Como locos, bajamos toda la herramienta del carro y se la embutimos al de pacho Pereira. Nos pusimos los cascos y dieron la salida. En la subida me detuve solo una vez, para no romper tanto las cintas.
Llegue hasta arriba y me sentí perdido, pues jamás había tenido el tiempo de recorrer la pista. José, el reatero que se bajo a correr la cinta y subió todo el recorrido al frente del carro (corriendo como si no hubiese un mañana), dedujo que nos teníamos que devolver, asi que ágilmente, pego un brinco y ya estaba dentro del carro. Tuve un segundo para verlo por el retrovisor y parecía el hombre araña. Mi padre, de copiloto me daba rápidas y contundentes instrucciones;” Duro, bien, a copiloto, más duro! No le sueltes”. Subimos y bajamos como un tiro, habiendo pisado y corrido todas las estacas del mundo, pues consideraba yo que me costaban 5 segundos y me demoraba mas dando reverso para corregir.
Me fui a almorzar feliz y muy emocionado. Luego me entere de que la prueba no era contra reloj y que lo importante era no tumbar las estacas!!!!
Sinceramente, me importó un carajo. Me divertí como nunca, descubrí que tengo un carro mucho más fuerte de lo que pensaba y un equipo increíble! Mi hermana y Chris correrían en la categoría de novatos, pero por lo largo del carro Patrol y61 5 puertas, serían derrotados por un Montero y un Land Rover pese a su excelente participación. Yo sería 6to o 7mo empatado con otro Toyota de especificaciones similares.
Un excelente fin de semana al lado de mi familia y amigos. Me encanta la categoría en la que competí, pues es un honor y una gran oportunidad de medirme contra los más duros competidores con décadas de experiencia! Yo no soy de los que celebra derrotas y me pica haber quedado 6to, asi que nos vemos para el próximo encuentro Kumba Trial, pues quiero un trofeo en mi repisa! (De hecho, me voy a hacer una repisa para poner trofeos!)
Felicitaciones a Alex Gavilan, Alfonso Gavilán, Mono Garcia, Bernardo Garcia Roa Jose Pedro Pedraza Casas, y a todo el equipo de Kumba Trial por la organizacion! A los Pereira, los Luque, los Tovar, los Garcia, los Triviño y hasta los Cztewertynski por competir y hacer crecer el automovilismo en este pais!
Comments